Las dos modalidades tienen sus pros y sus contras, pero para mí no hay duda, la online no es igual de eficaz que la presencial. Como alumna lo he podido comprobar. La tecnología es buena y ayuda al aprendizaje, e incluso para mí debería incorporarse más a las clases. Y la enseñanza presencial , también debería evolucionar , ser más dinámica y adaptarse a los tiempos que corren.
Pero es verdad que estamos notando mucho la diferencia de calidad de aprendizaje con la modalidad online. No es ni si quiera en ocasiones una comunicación directa, pues a muchos se les corta, desconecta, no tienen una señal adecuada o la comparten con muchos a la vez. No se cuenta con una motivación como en las clases , pues allí hay un profesor que nos observa y en cierta forma te obliga a poner muchas más atención. Las preguntas a los alumnos que se encuentran en el aula, también motivan a pensar, seguir la clase e incluso interesarse en ella. Otro gran factor que se ha visto trastocado es la rutina. Muchos alumnos a estas alturas del curso no cuentan con unos horarios fijos como antes, por la cantidad de variables que tiene esta modalidad. El ritmo de aprendizaje es mucho mas lento y en ocasiones repetitivo. Entender algo en online puede costar el doble e incluso el triple que en presencial. Nos hace depender mucho de las tecnologías y estar expuestas a ella mucho más que antes. En lugar de reducir el consumo que era lo que sé buscaba lo hemos aumentado.
Para aquellos que cuentan con todas sus clases online, no todos pero una gran mayoría están sacando sus resultados de forma fraudulenta, incluso pagando a otros para que realicen sus exámenes. Esto es preocupante porque entonces no se esta aprendiendo prácticamente nada. Y en un futuro, por ejemplo, para aquellos que se encuentran en su ultimo año de carrera , quien nos garantiza que realmente si saben lo que deberían.
Obviamente esta modalidad también tiene buenos resultados para aquellos que cuentan con una gran disciplina. Pues pueden estudiar desde cualquier parte, se ahorran el tiempo de desplazamiento e incluso para algunos, supone un ahorro. Que son justamente las desventajas de la educación presencial.